jueves, 15 de noviembre de 2018

¿¿TRIUNFO DEL CONSUMISMO??

Hoy en día nuestra sociedad se ha vuelto completamente consumista, es decir, prácticamente orientamos todos nuestros bienes al consumo, pero los principales beneficiados de esto son las empresas, pues ellas son las primeras que lanzan los productos (especialmente los electrónicos) con “una vida determinada”, es lo que se conoce como “obsolescencia programada”.

Pero, antes que nada, ¿qué es la obsolescencia programada? Su definición es: reducir la vida útil de un producto para aumentar el consumo de versiones más recientes.

Esto es, cuando una empresa lanza un producto, lo diseña para que tenga una vida determinada y que, tras un cierto tiempo programado, muera, es decir, deje de funcionar. Esto cada vez está cobrando más polémica en los últimos tiempos ya que, antiguamente, cuando cualquier compañía lanzaba cualquier producto, ésta no tenía límite de duración, lo que hoy podría durar 15 años (un coche, por ejemplo), antiguamente podría llegar a durar 25, 30 años o incluso más. Hay un caso muy famoso de una bombilla que se fabricó en 1901 y lleva funcionando desde entonces, ¿cuánto dura una bombilla hoy en día,1 o 2 años?

El inicio de la obsolescencia programada se remonta a un acuerdo entre General Electrics, Osram y Philips por el cual las bombillas deberían durar un máximo de 1500 horas (esto fue tras la fabricación de la famosa bombilla).

Hay tres tipos de obsolescencia programada:
  • Obsolescencia de función, cuando sale a la venta un producto cuenta con nuevas funciones.
  • Obsolescencia de calidad, el producto después de tener cierto tiempo de uso empieza a presentar fallas y un mal funcionamiento.
  • Obsolescencia de deseo, cuando sale a la venta un producto más avanzado y las personas cambian el que ya tienen, solo por cuestiones de estilos o moda.
No obstante, todo esto concluye en lo mismo: la reducción de uso de cualquier objeto con el fin de comprar un modelo mejor, para que luego éste se estropee y vuelvas a comprar otro, y así sucesivamente. Todo el mundo se ha dado cuenta de esto y cada vez hay más polémica sobre este tema. Actualmente no es raro hablar con alguien y que esta te cuente sus últimas experiencias con algún objeto que le duró menos de lo que debiera.

Esto les afecta a todas las personas de este mundo y conforme pasan los años, cada vez influye más en la sociedad. A mí por ejemplo me ha pasado tanto con dispositivos electrónicos como cuando un móvil de marca Samsung que tenía dejó de funcionar a los 3 años de repente o con una lavadora cuando de pasar a tener una que nos duró casi 20 años a tener una que no llegó a los 3. Estos casos personales son claros ejemplos de la arrogante sociedad consumista de hoy en día.

¿Pero, a dónde van a parar todos estos objetos desechados a causa de la obsolescencia programada y cómo afecta esto al medio ambiente? Actualmente existen algunos vertederos internacionales como en China, Nigeria, India o Ghana que almacenan ni más ni menos que 40 millones de toneladas de residuos, sólo electrónicos de los países del norte.

Se calcula que alrededor del año 2020 el consumo indiscriminado de materias primas y generación de residuos exponencial, aumentaría del 400 al 500%.

Todos los desechos provenientes de la obsolescencia programada tienen consecuencias muy perjudiciales para nuestra salud, pues emite una gran cantidad de productos químicos muy peligrosos con horribles consecuencias para los seres humanos como pueden ser: plomo, arsénico, trióxido de antimonio, selenio, cobalto de acero, mercurio… Provocando graves enfermedades respiratorias, epidérmicas…

Sin embargo, esto no solo tiene desventajas pues algunas ventajas claras de la obsolescencia programada es que crea un aumento de los requisitos de investigación y desarrollo de los productos. Esto genera muchos más puestos de trabajo y supuestamente esto ayuda a que los usuarios tengamos mejores productos y más eficientes. Evidentemente, a pesar de esto, la obsolescencia programada tiene bastantes más contras que pros. 

Para acabar, debemos hacer algo para cambiar el tipo de economía que se ha implantado y que rige nuestras vidas, debemos mirar por el bien de nuestro planeta porque si no tomamos medidas ahora, después será demasiado tarde. ¿Quiénes van a cuidar de nuestro planeta sino? Es lo que debemos tener en mente.



Aquí os dejo también un vídeo un poco largo (6 min) que refleja muy bien la obsolescencia programada: